INDIA 2009

DELHI, AGRA Y RAJASTHAN

El año 2008 había sido algo movido en mi vida. Había reformado la casa que heredé de mi aita, lo había dejado con la chica con la que estaba y no viajé. Una vez que decidí retornar al tema de los viajes, lo tenía muy claro... el siguiente tenía que ser la India. Cuantas veces había visto la típica imagen del Taj Mahal¡¡¡ y estaba a punto de poder contemplarlo en vivo y en directo. También una de las cosas que influyó en esta elección fue ver la película “la ciudad de la alegría”... es algo que te hace cambiar tu forma de ser, y ya ir a la India.. imaginaros.

Busqué un vuelo desde Madrid para pasar unos días con la familia antes de ir de viaje y la compañía que mejor precio me puso fue Turkish airlines. 530 euros... y creo que es una de las mejores aerolíneas en las que he volado.

Como siempre que salgo de Madrid, mi ama y su marido Andrés me acercaron al aeropuerto y a las 12.30 salió el avión hacia Istanbul. El vuelo se me pasó rapidísimo. Me tocó al lado de unos empresarios de Xerez que iban a Bakú a vender vino a los rusos. Comimos, nos tomamos un kalimotxo... Fue impresionante pasar por encima de las islas griegas... que bonitas son... y a eso de las 17:30 hora local estábamos en el aeropuerto Attaturk de Istanbul.

Me despedí de los gaditanos y fuí a picar algo para pasar el rato. En un principio iba a salir del aeropuerto porque tenia unas 3 horas libres.. pero decidí que no... por precaución.

A eso de las 19.30 empezamos a embarcar y sobre las 8 salimos. Nada más subir en el avión nos empezaron a poner la cena... y después de la cena.. lo que faltaba... barra libre... como beben los Indues y eso que pensé que lo tenían prohibido¡¡¡ El vuelo fue muy rápido y a las 5 de la mañana llegamos a Nueva Delhi.

Bajé del avión, pasé el control de pasaportes y como había leído en foros fuí a un puesto donde gestionan los taxis. Les dije que iba a Paharganj, que es la zona de mochileros y por 250 rupias (3 euros) me llevó al centro. Le comenté que no había reservado hotel (antes no preparaba los viajes como ahora) y él me llevó a uno bastante bien de precio y de comodidad. Se llama Hotel Astoria (como la canción de La oreja de Van gogh¡¡ ) y bueno por 2400 rupias reservé dos noches. Ya que pensaba ver al día siguiente Delhi y después ir a Agra.

Me acosté al fin sobre las 7 AM y me costó dormir bastante... así que hasta las 9 o así no me quedé dormido... y cuando abro un ojo... eran las 8 de la tarde¡¡¡ (parece que acusé la fiesta que me había pegado en El Espinar con mis colegas segovianos jajajja). Bajo a la recepción y veo a los del hotel cenando.. y me dijeron que me sentaría con ellos a cenar. Que majos.. pude disfrutar de mi primer Dhali, que es uno de los platos típicos de allí. Consiste en pan de pita, arroz, patatas y distintas salsas para acompañarlos. Estuve un rato hablando con ellos y decidí irme a la cama.

Al día siguiente me levanté, desayuné y empecé la ruta. Nada más que salí del hotel me paró un rikshaw, que son las moto-taxi típicas de la India. Le dije que iba a dar una vuelta por el centro y me dijo que me llevaba por 300 rupias (3,5 euros).

La primera parada de la ruta fué el Lakhsmi Narayan Temple, que es un templo hinduista construido entre 1933 y 1939. Como su nombre indica está dedicado a Lakhsmi, que es otro nombre que se le da a Vishnu, que debe ser un dios para ellos. Me sorprendió mucho que en el templo había miles de esvasticas y les pregunte... me dijeron que era un símbolo que el nacismo les había quitado, que originalmente era Hinduista.

Continuamos la ruta, dejando a un lado la Connaught square y llegamos al Jantar Matar de Nueva Delhi. Es uno de los 5 observatorios astronómicos construidos por el marajá Jai Singh de Jaipur. Los otros están en Varanasi, Jaipur, Ujjain y Mathura. El de Nueva Delhi fué construido en 1724, pero a finales del s. XIX sufrió un derribo y es de esta época cuando data más o menos la estructura de lo que queda hoy en día.

Seguimos y llegamos a un lugar que me gustó mucho, Indian Gate. Es un monumento dedicado a los 70.000 soldados Indúes que murieron en distintas guerras, como la primera guerra mundial, mesopotamia, este de África, Persia.. Están escritos muchos de sus nombres y fue contruído en 1921.

Aquí acabó la visita, piqué algo por el camino y me fuí al hotel. Tengo que decir que con el paso del tiempo me doy cuenta de mi inexperiencia por aquel entonces. Cuantas cosas dejé sin ver, cuanto metí la pata, pero eso es lo bueno, que hay tiempo para perfeccionar la forma de viajar y de preparar las cosas. En el tintero, muchísimas cosas me quedaron por ver en Delhi, como el Fuerte Rojo, la tumba de Humayum, el Jama Masij... o para mi lo más bonito de Nueva Delhi y que lo vi de noche por desgracia...el archiconocido Templo de Loto.

Si si.... dia 21 de septiembre desastre... un día entero haciendo el subnormal. Me desperté pronto para ir a Agra a ver el Taj Mahal. Desayuné y cogí un rikshaw. El caso es que me cansé de decir... Quiero ir a la estación, quiero ir a la estación... y los distintos rikshaws que cogía decían... si si.... Y lo único que hacían era llevarme a distintas tiendas, que eran mini agencias de viajes, o incluso tiendas de tejidos, en los que hacían otros negocios..... Me preguntaban, a ver cuantos días iba a estar en la India... me organizaban todo el viaje, de tren en tren... y yo... que sólo quiero un billete a Agra... que sólo quiero un billete a Agra y ellos, con sus cálculos de Rupias, de trayectos, de llamadas a estaciones... AL FIN A LAS 6 DE LA TARDE CONSEGUI UN PUTO BILLETE DE AUTOBUS A AGRA POR 500 RUPIAS (6 EUROS).

Total.. un día perdí.. pero conseguí lo que pretendia. Así que me fui al hotel, piqué algo y a descansar.

Me desperté a las 7 y ya estaba allí un chico con un microbús para buscarme y acercarme donde estaba el bus turístico para llevarme a Agra. Ya quedaba menos para ver una de las cosas más bonitas que he visto jamas¡¡

Sobre las 8,30 salió el bus. Confortable.. con su aire acondicionado y después de pasar por Mathurai, sobre las 10 de la mañana llegamos a la estación de autobuses de Agra, que esta muy cerca del Red Fort (fuerte rojo). Cogí un Rikshaw de esos por 70 rupias y me acercó hasta el Taj Mahal.

En la entrada me reí un montón. La entrada para extranjeros es de 750 rupias y la de los indues 75.... y había un grupo de estudiantes con los ojos rasgados y sacaron la entrada de 75.. y les dije.... vosotros no sois de aquí y habéis pagado como Indues... y ellos me dijeron... si somos de aquí pero somos de una región del norte que es fronteriza con China..

Después de esta anécdota solo me quedaba disfrutar... Es impresionante... según me iba acercando solo me daban ganas de llorar de la emoción.

El Taj Mahal, es un conjunto de edificios mandados construir en el S.XVII por el emperador Shah Jahan, en honor a su esposa favorita Muntaz mahal, que falleció al dar a luz a su 14 hijo.

El edificio principal, el más conocido, está hecho en mármol y con una mezcla de arquitectura persa, islámica e India.

Como mausoleo que es, después de deleitarme con los maravillosos jardines que lo rodean entré y fué algo impresionante. Lo bonito del edificio claramente está afuera... pero la cúpula sigue siendo preciosa.

Salí y di un paseo por la parte de atrás, por donde pasa el rio Yamuna y por los jardines. Son preciosos y están muy cuidados.

Después de pasar un buen rato admirando la inmensidad del Taj Mahal, con mucha tristeza me fui alejando poco a poco de él y yendo hacia una de las estaciones de tren de Agra, que esta junto a otros dos grandes atractivos de la ciudad, el Agra Fort y el Jama Masjid de Agra, pero no iba muy bien de tiempo así que cogí un billete de tren para Jaipur, la capital de Rajasthan.

Tenía algo de tiempo así que cogí el billete, por 600 rupias (8 euros) y piqué algo. En el tiempo de espera, conocí a Cornel, un chico holandés muy majo con el que fui hasta jaipur.

El viaje son unas 3h y media y vi una cosa que ha sido una de las que más me han impresionado negativamente en mi vida, ver a gente, junto a la vía recogiendo basura, en algunos caso, incluso hasta mutilados.

Fuimos hablando todo el viaje y me contó que trabajaba vendiendo coches, y que su tiempo libre se lo pasaba viajando, que había estado en Nepal, Varanasí, en Agra y que se iba a jaipur, a jaisalmer y acababa el viaje en Pune.

Llegamos a Jaipur, la ciudad rosa sobre las 21:30 y como no había reservado hotel, me fui al suyo.

Como anecdota decir que a Jaipur se le llama la ciudad rosa por el color de sus fachadas, construidas en estuco, imitando a la arenisca y en 1905 se pintaron todas sus fachadas para la visita del principe de gales.

Nos despertamos y nos pusimos en ruta. Cogimos un taxi y nos fuimos al centro para ver el precioso Hawa mahal o Palacio de los vientos. Fue construido por el marajá Sawai p. Shing en el siglo XIX y destaca por la ornamentación y su forma de corona.

De ahí fuimos al precioso templo de Birla Mandir. Como el templo que vi en Delhi, está dedicado a Lashmi. Está construido en mármol blanco, con tres cúpulas. Allí conocimos a dos chicas encantadores que nos llevaron al alto de una colina, desde donde se veía toda la ciudad y había una especie de tienda de campaña grande y un monje que estaba rezando acompañado de música... la verdad es que fue surrealista.

Bajamos de la colina y nos fuimos a comer, las chicas se tenían que ir, asi que nos metimos en un restaurante a comer un Dhali y a la salida unos chicos nos pidieron algo de comida, así que Cornel y yo entramos a por Panes de pita y arroz para darles. Qué menos se puede hacer por esta gente tan maravillosa¡¡

Si la mañana había resultado de lo más productiva, a pesar de tener las cámaras de fotos rotas y no poder tener ni una imagen, la tarde no lo iba a ser menos...

Cogimos el risksaw y fuimos al precioso Fuerte de Amber. Está como a unos 10 kms de Jaipur. Las dataciones a partir de los datos de los arqueólogos, ponen sobre el S.X la antigüedad de la primera edificación. Fue construido por los Menaas pero fue modificado sucesivamente.

Hoy en día es una fortificación palaciega unida por pasillos con el fuerte Amber. A mi me pareció impresionante, todos los rincones que tiene, lo grande que es. Luego pudimos entrar en una sala, que debe ser sagrada porque hay gente que recorre los 10 kms desde Jaipur todos los días para rezar a su Dios. Eso es lo bueno de la religión Indú, que te hacen participe de ella, a pesar de saber que tu puedas tener otras creencias.

Salimos de allí y camino de Jaipur nos paramos en un lugar precioso, en frente del Jal mahal.

El Jal mahal es un palacio contruido en el S.XVI y renovado en el S.XVIII por el masaraja Jai Shing II de Amber. Tiene la gran peculiaridad de estar construido en mitad del lago Man Sagar.

Después de hacernos unas fotos continuamos el trayecto y fuimos hasta el centro de Jaipur a cenar algo y tomarnos una cerveza. Iba a cambiar la ruta y en vez de ir a Udaipur ir con Cornel hasta Jaisalmer y de ahí bajar vía Jodphur hasta Udaipur, pero como el tren de Jaisalmer de las 22 h iba lleno, al final hice el plan inicial, coger el tren a Udaipur a las 23h.

Fue impresionante ver a gente durmiendo andenes... en fin.. espero que algún día cambiemos las cosas.

Decir que el billete, con cama para dormir y un compartimento con aire acondicionado, me salió por 600 rupias.

Una vez en el tren y encontrado mi asiento me puse a escuchar el mp3 un rato y al poco tiempo vino donde estaba yo un chico muy majo. Se le veía que era de familia rica.. porque para viajar en ese vagón en la India tienes que tener bastante dinero.

Estuve un rato hablando con él y me quería comprar todo lo que me veía.. el mp3, el movil... jajajja que chaval¡¡¡

Estuve hasta las 2 o así y fuí a la litera que me correspondía a dormir un rato.

Sobre las 7:15 de la mañana llegó el tren a Udaipur, desayuné algo y negocié con un Riksaw para ver la ciudad. Total que por unas 500 rupias me llevó por esta preciosa ciudad, a la cual, la llaman la Venecia de Oriente, y realmente, le va como anillo al dedo esta denominación.

La ruta empezó por el Fateh Sagar Lake, dominado por el Moonson Palace y a cuya orilla se encuentra el Zinc Park.

Entramos en el Zinc Park y sólo se puede calificar de impresionante. Fuentes por todos los lados, una vegetación sublime y envuelto en cierto aroma chino.

En la parte alta del parque con el lago de fondo hay una estatua en honor a Maharana pretah, un marajá, que reinó la ciudad a finales del S.XVI.

Después de eso fuimos hacia el centro. Era un día festivo porque la gente iba engalonada y cantando, así que estuve un rato por ahí hasta que dió la hora de comer, piqué algo y fui a la estación de autobuses para salir hacia Jodphur, la ciudad azul.

Por 200 rupias cogí el billete de autobús que en 6 horas y media me llevó hasta Jodphur.

Una vez allí busqué un hotel y encontré uno que me gustó mucho, el Gauri guesthouse. Cogí dos noches por 800 rupias y le pregunté por un sitio para cenar.

Llamó a un rikshaw y le dio indicaciones y me llevó a un restaurante en el que no había nadie... y justamente antes de llegar habíamos pasado por otro que estaba hasta arriba de gente de allí, así que le dije que me llevaría al otro. No le debió gustar, porque puso mala cara... iría a comisión... Es un truco que desde entonces siempre empleo.. entrar a restaurantes que tengan mucha gente autoctona... los turistas se pueden equivocar... la gente del lugar no.

Me puse a comer hasta las cartolas por 4 euros y fui hacia el hotel, que ya tocaba dormir.

Me desperté, desayuné y cogí un riksaw para que me subiría a una de las colinas que rodean la ciudad.

En lo alto de esta colina hay dos de las mejores cosas de las que disfruté en todo Rajasthan, el Fuerte Mehrengarh y el Jaswant Thada.

El fuerte Mehrengarth fue empezado a construir en 1459 bajo el reinado de Rao Jodha. Tiene una altura de 36 metros y 21 metros de ancho.

Dentro está lleno de salones, al cual más bonito, el salón de las flores, el de los espías, el salón perlado... es impresionante¡¡

De ahí fui hacia el cercano Jaswan thada, pero antes de llegar, coincidí con unos chicos Indús muy majos y estuve hablando un rato con ellos y nos hicimos unas fotos.

El Jaswant Thada es un mausoleo construido en 1899 por Sandar Singh en honor a su padre, Jaswant sing II, considerado el mejor marajá de Jodphur.

Está construido del mismo material que el Taj mahal, es decir, láminas de mármol, que emiten el reflejo de la luz del sol.

Fuera hay unos cenadores tallados y jardines de varios niveles.

Las vistas desde el Jaswant Thada tanto de la ciudad como del Fuerte Mehrengarth son impresionantes.

Una vez terminada la visita cogí un rikshaw y bajé a la ciudad, comí algo en el mismo sitio que la noche anterior y me pasé la tarde dando paseos por esta preciosa ciudad.

Me desperté y me despedí del chico tan majo de la recepción y fui dando un paseo hasta la cercana estación de autobuses.

Compré el billete de bus por 200 rupias y salió hacia la ciudad dorada a las 11 am. El camino es un tanto abrupto, como la zona.. hay sitios de la carretera llegando a Jaisalmer que están cubiertos de arena totalmente... de repente se cruzan camellos salvajes.... en fin... sobre las 16h, llegó el autobús a Jaisalmer y busqué un guesthouse y podría calificar la elección de dos formas, buena y curiosa...

Buena, porque por 300 rupias... 5 euros escasos por noche, el sitio estaba genial.. y curiosa.... Jaisalmer es una ciudad practicamente en el desierto, y eso hace que la “fauna” esté en la misma ciudad... total que entro en la planta baja a mi habitación y estaba llena de alacranes... una especie de escorpiones pequeños... les dije que preferiría otra habitación y me dijo el del hostal que no picaban.. pero aun así me llevó a una habitación en la primera planta.. que no tenía alacranes, pero si tenia lagartos pequeños por el techo y la pared... la segunda opción me gustó más jajajja así que di un paseo por los alrededores, piqué algo y a dormir.

La ciudad de Jaisalmer es una ciudad en el noroeste de India, muy cerca de la frontera con Pakistan. Debe su nombre a su fundador, Gao Jaisal y está enclavada en las estribaciones del desierto de Thar.

Nada más despertarme, desayuné y fui al centro de la ciudad donde está el maravilloso fuerte.

Según te vas acercando te das cuenta de lo impresionante del lugar con sus preciosas 99 almenas.

A la entrada del fuerte se aglutinan comerciantes que te intentan vender todo tipo de productos, y las famosas gitanas del desierto del Thar.

Una vez que entras está lleno de lugares increibles, templos jainistas, esculturas etc... El Jainismo surgió en el S.VI a.c en contraste al sistema de castas del hinduísmo. Su esencia consiste en la pureza del alma, la no violencia y sus principios los adopto el propio Mahatma Gandhi.

Los templos Jainas de Jaisalmer datan de entre los siglos XII y S.XVI y destacan por las tallas. En ellos aparecen representaciones de la cultura jainista como flores de loto y ángeles apsárases.

Después de maravillarme durante 4 horas con esta maravilla de fortaleza salí y fuí a tomar algo a un bar cercano. Allí tome unas cervezas fresquitas con la persiana bajada porque no está bien visto que la gente que beba alcohol.

Allí conocí a un profesor de California, Jose y entablé buena conversación con él y nos fuimos a comer a un restaurante que estaba junto al bar. Lo de casi todos los días, un plato de arroz, con pan de pita y demás, pero muy rico. Me contó que todos los años venía a la India y a los países cercanos, como Sri lanka, Nepal etc..

Le pregunte que cómo no iba a otros sitios maravillosos del mundo, con las posibilidades que él tenía y el me contestó que la maravilla estaba allí.

Después de comer, fuimos a un mirador precioso que había precisamente junto al hostal y me demostró que sí, aquello era maravilloso.... ver esa puesta de sol por el desierto de Thar y la ciudad de Jaisalmer con su preciosa fortaleza en el centro me dejó impresionado...

Me despedí de Jose y fuí hacia el hotel, que el día había sido muy productivo, pero agotador.

A la mañana me desperté, desayuné y me despedí de los del hotel. Fuí a la estación de tren para ver las posibilidades hacia mi próximo destino, Bikaner y la verdad es que me sorprendió bastante.

Hay dos trenes diarios, uno ya había pasado, el de las 10:10 y el otro era de noche, a las 23:30 y perdería un día, así que fuí a la estación de autobuses y compré un billete hacia Bikaner.

Sobre las 12 salió el autobús y sinceramente, el viaje es una aventura en su primer tramo. Como pasó viniendo de Jodphur hay tramos en los que la carretera está literalmente invadida por arena, pero la situación empeoraba porque de vez en cuando se cruzaban camellos salvajes¡¡¡

Sobre las cinco de la tarde conseguimos llegar y me puse a buscar hotel. Me quedaba muy poco en La India y decidí pasármelo a lo grande así que cogí un riksaw y le dije que me llevase a un hotel bueno para pasar un par de noches que iba a pasar allí y el de la moto decidió muy bien.

El hotel se llamaba Desert Winds y me costó 3000 rupias (40 euros) dos noches. Una vez que me acomodé fui a dar una vuelta por el pueblo y cuando llegué al hotel tenía un poco de hambre y pedí que me harían un sandwich.

Después de terminar el sandwich me subí a la habitación a ver un poco la tele y a dormir.

Me desperté, desayuné y lo primero que hice fue ir al centro a buscar un buzón para enviarle a mi ama la postal que tenía escrita. Una vez lo encontré.. no me fue nada sencillo, me dí una vuelta por el centro del pueblo.

Me pareció la típica ciudad india, sucia, con gente encantadora, una arquitectura muy característica...

Bikaner fue fundada en 1486 por Rao Bika a partir del precioso Fuerte de Junagarth que fue construído entre el 1589 y 1594 por Rajai jai Sigh. Está rodeado de fosos, tiene 986 tramos de muralla, 37 preciosos palacios y dos entradas.. suficiente motivo para estar considerado el mejor de Rajasthan. A parte jamás fue conquistado en las múltiples ocasiones en las que ha sido atacado. De los palacios que tiene dentro caben destacar el de Karan mahal, con sus jardines y su decoracion típica de la realeza de Rajasthan y El Chandra mahal, que está considerado como el más lujoso, con sus elementos dorados y la habitación real rodeada de preciosos espejos.

También cabe destacar un museo creado hace pocos años donde se exponen objetos característicos de la vida en Rajasthan, así como diversos documentos persas, armas y palanquines, que eran una especie de carros, donde empujados por hombres, se transportaba a la gente importante de la época.

Salí, cogí un autobús que me indicaron unas personas de allí y por 20 rupias fui al famoso templo de Karni mata, más conocido como el templo de las ratas. Miles de devotos acuden cada día allí para adorar a las ratas, ya que para ellos están veneradas.

Fue construido por el marajá Ganga singh en el año 1900 en Desnoke, a 30 kms de Bikaner, en honor a Karni Mata, la diosa rata.

La historia cuenta, que en el S.XIV había una matriarca al que se le murió un hijo y habló con Lama, el Dios de la muerte, para traerlo a la vida de nuevo, pero éste la dijo que no podía porque ya lo había reencarnado en rata. Entonces Karni Mata llegó a un acuerdo con Lama para que todos los que se morirían de la famiia se reencarnarían en ratas, hasta que estarían dispuestos para nacer en la tribu.

Como todo Templo, uno se tiene que descalzar, y es buena idea llevar calcetines, porque la gente agasaja a las ratas con comida, con leche... y está el suelo impracticable. Según algunas fuentes, el Templo es habitado por cerca de 20.000 ratas, pero prácticamente parece que están adiestradas jajajajjaa.

Estuve un rato en el Templo y después cogí de nuevo el autobús hasta Bikaner, que como el de la ida, tardó unos 40 minutos en el trayecto.

Una vez que llegué, fui al Hotel, piqué algo como el día anterior y me fui a descansar.

Me desperté, desayuné algo y me fui a dar una vuelta por el centro del pueblo. Había un gran mercado y estuve viendo lo que había, cogí algo de fruta y me fui hacia la estación.

Tenía un poco de hambre así que en frente de la estación me metí en un restaurante y sinceramente, la comida estaba estupenda. Probablemente lo más rico que probé en la India.

Cogí dos platos de pollo con dos recetas totalmente distintas. Una, la que aparece en la foto a la izquierda, era totalmente dulce y la de la derecha muy picante con pimientos.

Estos dos manjares los pasé con dos Indian Pride, la mejor cerveza de La India. Para mi la mejor cerveza de allí, muchísimo más rica que la famosa Kingfisher. A la hora de poner la cerveza, se produjo una anécdota que viene a demostrar lo que siempre digo... que por mucho que le digas algo a las personas, van a seguir haciendo las cosas como se les ponga de los huevos.

Me viene a servir el camarero la primera cerveza y la echa tan despacio y con el vaso tan inclinado que me la deja sin una gota de espuma. Le expliqué que para servir bien la cerveza, debes dejarla con un dedo de espuma, total, que pedí después la segunda cerveza y me la echó exactamente igual que la primera¡¡

Después de este pequeño homenaje fui a la estación a por el billete del tren, que salía a las 17 horas. El billete lo cogí por 240 rupias, porque me equivoqué y no cogí la clase sleeper, es decir con cama.. así que ya solo quedaba esperar a que llegaría la hora para afrontar las 14 horas hasta Delhi¡¡¡

Durante mi estancia en la estación vi algo impresionante... gente que aprovechaba los tubos que surtían a los trenes de agua en mitad del andén para ducharse¡¡

Cogí el tren y enseguida cogí amistad con una familia, y especialmente con su hija mayor jjajjaa.... Cuando pasamos junto al templo de Karni Mata casi se viene abajo el tren¡¡¡ todo el mundo rezando... cantando... Seguimos hablando y conseguí que el hijo pequeño se haría del Athletic¡¡

Pasó el rato y toda la familia menos la chica se fueron a su compartimento y yo me quedé hablando con ella. Total, que nos liamos y cuando la cosa se empezaba a calentar me dijo, lo siento, no puedo darte lo que tu quieres de mi¡¡ con el calentón que tenía ya¡¡ :(

Total que seguimos hablando un rato y ella se fue a su compartimento y yo al mío. Intenté pasar el tiempo como podía porque a pesar de la velocidad de pisahuevos que llevaba el tren... cada vez que se cruzaba en la vía con otro tren, parecía que el planeta iba a estallar del ruido que se producía¡¡

Después de la pesadilla de viaje, a eso de las 8 llegamos a Delhi y estaba más cansado que un perro así que volví al hotel Astoria para pillar una habitación para dormir un rato.

Total que descansé un buen rato y sobre las 4 salí del hotel. Nada más salir paró un coche que no era ni taxi ni nada y me dijo que a ver donde iba. Le contesté que iba a encargar un traje, visitar el templo de Lotto, recoger el traje y al aeropuerto. Me dijo que por 1000 rupias (12 euros) estaba a mi disposición el resto de la tarde.

Dicho y hecho... me llevó a una sastrería y allí escogí la tela que más me gustaba para los pantalones y la chaqueta... y cuando le digo que a ver cuando voy a recogerlo me dijo que mañana a las 10. Después de explicarle que cogía el avión por la noche, me dijo que pasaría sobre las 8 de la tarde.

Cogimos el coche... y yo estaba contentísimo... iba a poder ver el precioso Templo de Lotto, que es una casa de adoración que imita a uno de los símbolos de La India, la flor de lotto, con 27 pétalos revestidos de mármol. Fue inagurado en el año 1986.

Yo había dado por hecho que dada la hora que era, estaría cerrado al publico, ya estaba oscuro además pero que estaría iluminado y estaría precioso... pues no estaba iluminado de nada. Creo que es la mayor decepción que tuve en La India :(

Hice unas fotos, que me salieron como el culo, cogimos el taxi y fuimos a recoger el vestido. Le agradecí de todo corazón al sastre que haría el esfuerzo de tenerme hecho el vestido en tan poco tiempo y me hice una foto con él.

Cogimos el taxi y le pregunté al taxista a ver si antes de llevarme al aeropuerto le apetecía tomar algo y me dijo que sí, por lo que me llevo a una especie de pub donde había muy buen ambiente.

Tomamos unas cervezas, estuvimos hablando un rato y después me acercó al aeropuerto. Me dejó en la entrada, me despedí de él y subí a las oficinas de Turkish Airlines, que hay a la izquierda del Aeropuerto Indhira Ghandi de Delhi a por la tarjeta de embarque. Cogí la tarjeta de embarque y accedí al aeropuerto.

Entré al aeropuerto y alli conocí a gente del estado que habían ido por distintos motivos a la India. Había una pareja que había ido a disfrutar de unos días, un chico que había ido a hacer un curso de osteopatía, otro que había ido a la zona norte por el tema del yoga....

El vuelo de vuelta se desarrolló sin ningún problema. Como a la vuelta fué vía Istanbul. Estuve viendo unas películas y jugando al 50 X 15. A la llegada a Madrid, cogí el metro y luego el cercanías hasta Parla donde estaba mi Ama a buscarme.

CONCLUSIONES

La India es un país sorprendente. No deja indiferente a nadie. Es un país que te puede cautivar, por sus templos, por sus gentes, por sus paisajes impresionantes.... y hay gente, en mi opinión, personas que no saben valorar la esencia de las cosas, para que este país puede causarle una valoración muy negativa.

No nos vamos a engañar, La India es un país en vías de desarrollo y en muchos lugares no hay las comodidades de las que disponemos en occidente, pero hay una palabra... solamente una, que hace compensar estos inconvenientes... el carma.

Hay un antes y un después en la vida de los millones de personas que visitan La India cada año. Ver a personas, que carecen de todo, y no pierden la sonrisa... gente que pase lo que pase no te van a hacer nada malo... gente que se desvive por ayudarte... es impresionante.

De mi estancia en La India me quedo con muchas cosas... pero si tengo que destacar algo, diría que la gente y el Taj Mahal.

El Taj Mahal es una cosa que me hizo emocionarme... la obra más majestuosa jamás hecha por amor. La inmensidad... sus enormes jardines, sus impresionantes formas hechas en mármol, hacen que si cierro los ojos, aún recuerde paso por paso el tiempo que estuve allí.

Una vez escuché a una persona, decir, que en el mundo no hay pobreza, hay desigualdad, y no me canso de comentarlo, porque pocas veces he escuchado algo tan sumamente cierto y en este país está demostrado al 100%.

Los transportes en La India, los calificaría de aceptables. El país conserva bastante bien la infraestructura ferroviario que construyeron los ingleses y los autobuses son dentro de lo que cabe bastante puntuales dentro de sus posibilidades.

A parte de las grandes ciudades milenarias que vi como Jaipur o Udaipur... creo que otra de las cosas que más me ha impresionado ha sido ese hermoso anochecer en Jaisalmer... contemplar como se iba el astro rey junto a las dunas del desierto de Thar fue algo sublime.

Espero volver algún día porque hay muchísimas cosas que me han quedado en el tintero... en dos palabras... INCREDIBLE INDIA¡¡¡